Anole caía al suelo con un agujero en su pecho viendo como sus compañeros de equipo yacían inmóviles en el suelo de madera pulida recientemente para la batalla. En sus últimos momentos solo un insulto escapó de sus labios mientras observaba como uno de sus contrincantes tomaba su forma y sus poderes para sí.
-...maldito seas, ellos se enterar....- y todo se calló en un silencio fúnebre.
-descansa en paz guerrero, pues ahora es mio tu cuerpo y pronto lo será el de tus aliados-
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